A continuación, se exponen las conclusiones de los hallazgos de la investigación, conforme los objetivos, tanto específicos como general, planteados:
Se afirma que la relevancia de determinar el nivel de participación de los estudiantes en los procesos democráticos está en el carácter formativo de estos espacios para el ejercicio de la ciudadanía.
5.1.1. Reconocimiento de las normas institucionales de convivencia
Entre las evidencias de reconocimiento de las normas institucionales de convivencia, se percibe que los estudiantes tienen conocimiento de las mismas, pero ese conocimiento debe llevar a asumir las consecuencias de sus actos, que no se da en todos los casos, dado que, en ocasiones, se recurren a las mismas sólo para exigir los derechos, no así para cumplir las obligaciones.
Por su parte, los estudiantes visualizan el apoyo en el reglamento institucional para resolver los problemas, tanto por parte de los profesores como los directivos, así como la existencia de respeto entre estudiantes y profesores/as. No obstante, las conductas de reconocimiento y aplicación de las normativas institucionales de convivencia se muestran en un 63% del requerimiento óptimo.
Es preciso señalar que los conocimientos sobre las normativas y valores en los estudiantes se adquieren a través de acciones concretas que son exteriorizadas por los todos los miembros de la comunidad educativa. En la medida que los alumnos perciban un trato justo e igualitario en la aplicación de los reglamentos, así como sean sensibilizados sobre su relevancia, se producirá el empoderamiento del sentido mismo de la norma como mecanismo para un actuar autónomo y reflexivo, que conduce a la convivencia pacífica.
5.1.2. Conductas que indiquen capacidad de participación y diálogo.
En esta variable los indicadores se centran en el nivel medio (a veces) para los Colegios Centro Regional y Santo Tomás y en nivel alto (siempre) para los colegios San Lorenzo y Pilar.
Entre estas conductas se identifica el nivel de confianza de los estudiantes hacia sus docentes en cuanto al diálogo ante situaciones problemáticas, que fluctúa entre valores medios, ya que la mayoría indicó que se da “A veces” con un promedio de 50% a 58%.
Hay escasos espacios de debates de temas de interés de los estudiantes en dos colegios, mientras que en otros dos se evidencia mayor participación. Mayormente están interesados en cuestiones cívicas, artísticas, eventos deportivos y culturales. En cuanto a la concienciación sobre la importancia de tener reglas de convivencia, los porcentajes para el nivel “siempre” son altos, seguidos de “a veces”.
Las opiniones de los padres de familia son mayormente tomadas en cuenta, a diferencia de las opiniones de los alumnos, pero existen diferencias significativas entre los colegios. Si bien existe buena comunicación entre padres de familia y profesores/as, éstas se dan en el nivel informativo y no de participación activa, atendiendo a que no hay evidencias de actividades de convivencias entre padres e hijos.
Es muy importante la participación de la familia en la vida escolar, porque en la medida que se fortalezca el vínculo padres-hijos, mejorará la formación académica y personal de los estudiantes. 5.1.3. Prácticas de consensos en discusiones sobre temas controvertidos
Una práctica identificada es el diálogo entre estudiantes y docentes, cuya tendencia se mantiene entre los niveles “a veces” y “siempre”, destacándose el Colegio Pilar como aquel en el que los estudiantes expresan mayor nivel de confianza para dialogar con sus docentes.
Otra práctica de consenso es el interés demostrado por los docentes ante los conflictos, que mayormente se produce por la dificultad de consensuar aspectos relacionados a la presentación personal del alumno, por lo cual, también dificulta la aplicación de las normativas. En esta práctica, los estudiantes de estos centros educativos se mantienen mayormente entre “a veces” y “siempre”.
Se evidencia un nivel de motivación para afrontar las crisis de forma pacífica, donde el 52% y el 69% de los estudiantes de los cuatro colegios expresan que “siempre” reciben apoyo de sus docentes, tomando en cuenta sus necesidades.
Concluyendo, se advierte que existen prácticas de en las instituciones educativas estudiadas, las cuales se mantienen entre 52% al 75% en tres colegios, y en menor proporción, estas se ejecutan con frecuencia media (49%).
5.1.4. Prácticas de participación asociativa entre los estudiantes.
Esta variable es la que mejor nivel de prácticas ha mostrado en sus indicadores, alcanzando el 71% del nivel óptimo.
Se ha evidenciado prácticas relativas a la libertad de asociación, con tendencias hacia los valores medio a alto para la igualdad de oportunidades en la participación en eventos deportivos, actividades recreativas, artísticas y educacionales. Es preciso señalar aquí que, si bien existe libertad e igualdad en las oportunidades de participación, las ofertas de algunas actividades recreativas, como canto, coro, declamación y danza son limitadas.
Se realizan diversas actividades dando participación a los alumnos en la organización, como festivales, día del folklore, día de San Juan, entre otros, con lo cual se busca desarrollar las competencias artísticas y transmitir el patrimonio cultural.
Asimismo, los resultados pusieron en evidencia que la libertad de asociación se ejercita a través del interés del estudiante y que, en ocasiones, se ha buscado la incorporación de los mismos mediante incentivos.
Por su parte, entre las prácticas educacionales se hallan los eventos para adquirir destrezas en matemáticas, ajedrez, lectura, física y otros proyectos académicos competitivos.
Por tanto, los hallazgos de este estudio permiten sostener que el nivel de participación de estudiantes en los procesos democráticos en la Educación Media de Colegios de Pilar se da en un 61%, conforme las frecuencias con las que se practican y que el mayor déficit se halla en las prácticas de consenso.